Sí, hablo de Carlo. Responderé a esas preguntas de golpe:
1. Inteligente, ideas claras, cierto sentido del humor, sin llegar a ser divertido. Abstraído, ¿un tanto egoistón? ¿Más bien egocéntrico?
2. En un curso de inglés.
3. Italiano.
4. ¡A consultar resultados de fútbol en internet!
Aquí un extracto del libro (capítulo 1):
"Sofía había conocido a Carlo en un curso de inglés
hacía casi un año y medio cuando ella salía con otro, alumno también del mismo
curso. El italiano la observaba de forma penetrante sin recato ni disimulo
durante las clases, y eso propició que Sofía se fijase en él. Un día salieron
todos los compañeros a tomar unas copas y ahí se conocieron mejor.
Intercambiaron teléfonos y al cabo de un mes, cuando Sofía rompió con el otro,
le envió un mensaje invitándolo a una fiesta en su casa. Quedaron para hablar
antes de la fiesta y le atrajo la imagen que él le pintó de sí mismo: un tipo
inteligente, sensible, atento, romántico, divertido y con las ideas muy claras
sobre lo que quería hacer en la vida. De modo que en la fiesta, entre el gentío
y unas copas de más, iniciaron la que aún era su relación. En verdad resultó
muy inteligente y con las ideas claras. Y tenía sentido del humor, pero sin
llegar a ser divertido. Desde el principio cuando se conocieron en el curso
habían hablado en inglés y siguieron haciéndolo, excepto cuando discutían o no
sabían cómo expresar algo en esa lengua, entonces recurrían a las suyas
maternas y aclaraban el significado enseguida. Cuando Sofía decidió poner un
paréntesis a su vida en ese país y regresar a España por unos meses, antes de
iniciar las clases del máster, la relación se tambaleó peligrosamente. Ambos
pasaban por momentos difíciles, especialmente él en su vida laboral. Pero
sobrevivieron milagrosamente a aquel escollo y ahí estaban, aferrados a una
tabla en mitad del océano. El regreso de Sofía iba a representar una especie de
nuevo comienzo, una segunda oportunidad."
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