2 de julio de 2012

El tiempo

Pues lo que todo el mundo sabe no, lo siguiente. Quien no le dé importancia al clima, está mintiendo. Cuando pueden pasar perfectamente unos dos meses sin ver un rayito de sol asomar entre las nubes, a una se le mete la penumbra dentro. Así es el tiempo en las islas británicas. Hay excepciones. Muy raras, pero las hay (por ejemplo, hay testimonios de haberse alcanzado casi 30ºC algún día suelto durante el verano. Verano por decir algo). 

“Un sempiterno vientecillo helado golpeaba las cabezas y enfriaba los cuerpos sin piedad, y la lluvia no entorpecía su labor. Bajo su acción los paraguas se volvían objetos inútiles, arremolinaba cabellos recién peinados, levantaba faldas, provocaba estornudos y extraía mocos de las narices como un embudo.”

“Afuera llovía. Y continuó lloviendo con fuerza sin tregua toda la noche. Sofía oía el repiqueteo de la lluvia contra el tejado como un batallón de caballos acercándose al galope, hasta que al final cayó en un sueño superficial e inquietante. Al despertarse, el batallón todavía estaba allí. La diferencia de luz con la cortina retirada era poca y la humedad se había colado en la habitación como un espíritu maligno.” 


 “El fin de semana una lluvia inmisericorde, capaz de vencer la impermeabilidad de las más reputadas telas, se desplomó tempestuosamente sobre calles, tejados y parques, fustigando árboles, antenas, personas y paraguas. Sofía salió únicamente al supermercado. Volvió empapada, con todos los envases de los productos mojados, las bolsas chorreando y charcos dentro de los zapatos y le pilló un berrinche que se pasó media tarde llorando.”

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